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Impuestos progresivos: qué son y para que se utilizan

Natalia Martín24 sept 2024
impuestos progresivos en España

¿Qué son los impuestos progresivos? 

Los impuestos progresivos son un tipo de impuesto en el cual la tasa impositiva aumenta a medida que aumenta la base imponible, es decir, a medida que la capacidad económica del contribuyente (sus ingresos, patrimonio o consumo) es mayor. 

En otras palabras, cuanto más gana una persona o una empresa, mayor es el porcentaje de impuestos que debe pagar. 

Este tipo de impuesto está diseñado para reducir las desigualdades económicas, ya que quienes tienen mayores ingresos contribuyen proporcionalmente más al financiamiento del Estado.

Características principales de los impuestos progresivos en España

1. Tasa creciente: a medida que los ingresos o el valor sujeto al impuesto aumentan, el porcentaje que se paga en impuestos también aumenta.

2. Equidad vertical: la idea subyacente es que quienes tienen mayor capacidad económica deben contribuir más, lo que promueve una distribución más equitativa de la riqueza.

3. Ejemplos comunes: 

  • Impuesto sobre la renta: en muchos países, el impuesto sobre la renta es progresivo. Las personas que ganan más pagan un porcentaje mayor de sus ingresos en impuestos.
  • Impuesto sobre sucesiones o herencias: también suelen ser progresivos, donde herencias más grandes están sujetas a tasas más altas.

Tipos de progresividad en los impuestos

La progresividad en los impuestos se refiere a cómo la tasa impositiva varía en función de la capacidad económica del contribuyente.

Existen diferentes tipos de progresividad que se pueden clasificar según su diseño y aplicación. 

Estos son los principales tipos de progresividad:

1. Progresividad vertical

Este tipo de progresividad se basa en la idea de que los contribuyentes con una mayor capacidad económica deben pagar un porcentaje mayor de sus ingresos o patrimonio.

En el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), donde los tramos de ingresos se gravan a tasas más altas a medida que aumentan los ingresos. 

Por ejemplo, los primeros 12,450 € pueden tributar al 19%, mientras que los ingresos superiores a 60,000 € pueden tener un tipo del 45%.

2. Progresividad horizontal

Se refiere a la idea de que personas con una capacidad económica similar deben pagar el mismo impuesto, asegurando que no haya desigualdades en la tributación entre contribuyentes que se encuentran en una situación económica equivalente.

Un sistema que asegure que dos personas con ingresos iguales paguen el mismo porcentaje en el IRPF, sin importar su situación familiar o deducciones.

3. Progresividad directa

Es aquella en la que el impuesto se aplica directamente sobre la renta o patrimonio del contribuyente. La tasa impositiva aumenta con la base imponible de forma directa y proporcional.

En el IRPF, como mencionado anteriormente, la progresividad directa se manifiesta a través de los diferentes tramos de ingreso.

4. Progresividad indirecta

Implica que el sistema fiscal impone mayores cargas sobre el consumo o la riqueza en lugar de sobre la renta. Es menos común y a menudo se aplica a impuestos sobre el patrimonio o sucesiones.

El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en el que los herederos de un patrimonio más alto pagan una tasa más alta.

5. Progresividad regresiva

Aunque no es una forma comúnmente aceptada de progresividad, se refiere a un sistema donde las tasas impositivas disminuyen a medida que aumenta la base imponible

En este caso, las personas con menos recursos pueden acabar pagando un porcentaje mayor de sus ingresos en comparación con aquellos que tienen mayores ingresos.

Ejemplo: impuestos que son fijos y afectan más a las personas con ingresos bajos, como ciertos impuestos sobre el consumo, pueden ser considerados regresivos.

6. Progresividad por objetivos

Este tipo de progresividad se aplica a impuestos que tienen como objetivo la redistribución de la riqueza o la financiación de programas sociales.

La progresividad aquí se utiliza como herramienta para lograr ciertos fines sociales.

Ejemplo: Impuestos sobre la riqueza que se utilizan para financiar servicios públicos, educación o sanidad, donde se espera que las personas con mayor capacidad económica contribuyan más para mejorar la igualdad de oportunidades.

Ejemplos de impuestos progresivos en España

En España, los impuestos progresivos son una parte importante del sistema tributario. A continuación, te explicamos los principales impuestos progresivos en el país:

Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)

El IRPF es el impuesto más representativo en cuanto a progresividad. Grava los ingresos obtenidos por las personas físicas (trabajadores, autónomos, pensionistas, etc.) y está diseñado de manera progresiva, es decir, a medida que los ingresos aumentan, la tasa impositiva también lo hace.

Tramos progresivos del IRPF

En España, el IRPF está dividido en varios tramos de renta, con tipos marginales que aumentan conforme se incrementan los ingresos.

Los tramos pueden variar ligeramente entre comunidades autónomas, pero, a nivel general, los tramos son:

  • Hasta 12.450 €, el tipo impositivo es de 19%.
  • De 12.450 € a 20.200 €, el tipo impositivo es de 24%.
  • De 20.200 € a 35.200 €, el tipo impositivo es de 30%.
  • De 35.200 € a 60.000 €, el tipo impositivo es de 37%.
  • De 60.000 € a 300.000 €, el tipo impositivo es de 45%.
  • Más de 300.000 €, el tipo impositivo es de 47%.

Las personas con ingresos más altos pagan un porcentaje mayor sobre sus ingresos en comparación con aquellas que tienen ingresos más bajos.

Impuesto sobre el Patrimonio

Este impuesto grava el patrimonio neto de las personas físicas, es decir, la diferencia entre el valor de los activos y las deudas de las personas al final del año.

El impuesto es progresivo, con diferentes tipos aplicables según el valor del patrimonio.

  • Exenciones: en la mayoría de las comunidades, hay una exención mínima de 700.000 €, por lo que solo deben pagarlo quienes superan este umbral.
  • Tramos: varían según la comunidad autónoma, pero en general, el tipo impositivo puede oscilar entre el 0,2% y el 3,5% en función del valor del patrimonio.

Impuesto sobre sucesiones y donaciones

Este impuesto grava las herencias y donaciones y es también un impuesto progresivo. La tasa varía en función de la relación con el donante o fallecido (por ejemplo, los hijos suelen pagar menos que otros familiares o personas no relacionadas) y el valor de los bienes heredados.

La progresividad depende del importe recibido: cuanto mayor sea la herencia o donación, más se paga. Las comunidades autónomas tienen competencias para establecer bonificaciones o reducciones, por lo que el coste final puede variar significativamente dependiendo de la región.

Impuesto sobre la renta de no residentes (IRNR)

Este impuesto aplica a quienes no residen en España pero obtienen ingresos dentro del país. 

Cuando los ingresos provienen de actividades económicas y superan ciertos umbrales, el impuesto tiene elementos de progresividad, ya que los no residentes que obtienen mayores ingresos pueden estar sujetos a tipos más altos.

Diferencia entre impuesto progresivo e ingreso proporcional 

La diferencia entre un impuesto progresivo y un impuesto proporcional radica principalmente en cómo se aplica la tasa impositiva en relación con la base imponible. Aquí te explico ambas categorías:

Impuesto progresivo

Un impuesto progresivo es aquel en el que la tasa impositiva aumenta a medida que aumenta la base imponible. 

Es decir, quienes tienen mayores ingresos o riqueza pagan un porcentaje mayor de sus ingresos en impuestos.

Características

  • Tramos de ingreso: se estructura en diferentes tramos, donde cada tramo tiene un tipo impositivo específico. Por ejemplo, los primeros 12,450 € pueden estar sujetos a un 19%, mientras que los ingresos por encima de 60,000 € pueden tributar al 45%.
  • Equidad: está diseñado para promover la equidad social, ya que busca que quienes tienen más capacidad económica contribuyan más a la financiación del Estado y los servicios públicos.

Impuesto proporcional

Un impuesto proporcional es aquel en el que la tasa impositiva es constante, independientemente de la base imponible. 

Es decir, todos los contribuyentes, sin importar su nivel de ingresos o riqueza, pagan el mismo porcentaje en impuestos.

Características

  • Tasa fija: la misma tasa se aplica a todos los contribuyentes, lo que significa que todos pagan un porcentaje igual de su ingreso o riqueza.
  • Simplicidad: este tipo de impuesto es más fácil de calcular y administrar, ya que no requiere la clasificación en tramos.

Un ejemplo común de un impuesto proporcional es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), donde un producto tiene una tasa fija, como el 21%, independientemente de quién lo compre.

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Preguntas y respuestas sobre impuestos progresivos en España

1. ¿Cómo impactan los impuestos progresivos en la inversión y el ahorro?

Los impuestos progresivos pueden tener un impacto mixto en la inversión y el ahorro.

Por un lado, pueden desincentivar la inversión y el ahorro en los tramos más altos debido a la mayor carga fiscal, lo que puede llevar a una menor acumulación de capital.

Sin embargo, al financiar servicios públicos como educación y salud, pueden fomentar un entorno más productivo y sostenible a largo plazo.

La clave está en encontrar un equilibrio que incentive el crecimiento económico sin sacrificar la equidad.

2. ¿Existen riesgos de evasión fiscal en sistemas con impuestos progresivos?

En sistemas con impuestos progresivos existe el riesgo de evasión fiscal, especialmente entre las personas y empresas con mayores ingresos que pueden buscar formas de minimizar su carga tributaria a través de la planificación fiscal agresiva o el uso de paraísos fiscales.

Esto puede disminuir la efectividad del sistema fiscal y aumentar la carga sobre aquellos que no pueden evadir impuestos, lo que lleva a debates sobre la necesidad de reformas fiscales.

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